Sony ha brillado en su conferencia en el E3 2016. Para abrir
boca nos ha presentado el nuevo God of War, que llegará a PS4 en una fecha que
aún no se ha confirmado.
Kratos volverá a PS4 con un título que, tal y como señalaban
los rumores, será un reboot desarrollado por Santa Monica Studio y estará
ambientado en la mitología nórdica. Lo primero que llama la atención, además
del nuevo look barbudo de Kratos, es el imponente apartado gráfico. Como es
costumbre, hay espectaculares giros de cámara y zooms para reflejar la
violencia de algunos golpes o dar protagonismo a los gigantescos jefes, pero el
nivel de detalle en los modelados, las expresiones o los escenarios está a otro
nivel.
Respecto al argumento, hay mucho misterio por ahora, pero es
llamativo el caracter más humano de Kratos para con su hijo. Es tan salvaje
como siempre cuando hay que serlo, pero con él siente compasión y es capaz de
controlar su ira. La jugabilidad combina el beat 'em up (impactante, eso
momento en el que desata su ira espartana) con los quick time events, como es
costumbre, pero nos falta por ver el peso que tendrán los puzzles y la
exploración en el nuevo God of War.
Para Kratos, este cambio significa cambiar el ciclo de
violencia, desconfianza y decepción que su familia, el Panteón Griego, perpetuó
durante tanto tiempo. Ese ciclo le condujo a toda una serie de malas
decisiones: el trato con Ares, el asesinato de su familia y un descenso lleno
de furia a la locura y a la venganza que que terminó con la épica destrucción
del Olimpo.
También significa aprender cómo controlar su rabia, el
inmenso y turbulento monstruo que vive con él, llevándole por caminos oscuros.
Kratos necesita averiguar cómo meter el monstruo en la caja de nuevo, cuándo
debe dejarlo salir o tenerlo guardado.
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