martes, 27 de septiembre de 2016

¡Vuelve Bioshock!



Pocas trilogías tan importantes como la de Bioshock han podido dejar la generación PS3/360 y, como era de esperar, Take2 se ha puesto manos a la obra y ha hecho llegar a las tiendas una colección definitiva que se antoja como una de las golosinas más apetecibles para lo que queda de año.

¿Qué contiene este Bioshock Collection? Pues lo reglamentario: versiones remasterizadas de Bioshock y Bioshock 2 que alcanzan por fin los 1080p en consola y los 60 frames por segundo constantes, y la mejor versión de Bioshock Infinite posible (o casi), que es algo parecida a la de PC con todas las opciones gráficas puestas en alta calidad.

Tanto para los que ya hayan jugado a cualquiera de las entregas de la saga como para los ajenos a la saga, diremos que la llegada de Bioshock a la actual generación es una de las mejores noticias que podían llegar. Vamos a daros algunas razones.

El primer Bioshock fue un juego revolucionario. Desde su inquietante argumento, pasando por su cuidada atmósfera, hasta sus invenciones en el gameplay para un juego tan cardado como es el de los shooters. La llegada de Jack a Rapture es una de las secuencias más impresionantes que un videojuego haya podido darnos jamás. Un pasajero que naufraga tras un accidente de avión y encuentra un faro que le conduce directamente a una ciudad subterránea (con un estilo “art-decó” brutal) en la que todo el mundo se ha vuelto loco. Su único vínculo con la cordura serán un par de personajes con los que contactará por radio, el resto es pura locura: las Little Sisters drenando cadáveres, los BigDaddies protegiendo a sus pequeñas y los 'plásmidos', alteraciones genéticas que permiten generar fuego, electricidad o telequinesis (por ejemplo).

Además, la historia acompaña y la narración es simplemente soberbia. El juego dosifica la información de forma que la aventura no deja de sorprender hasta un excelente clímax final.

Por decirlo rápido y mal, si estuviéramos hablando de un remaster del primer Bioshock, la compra sería más que recomendable, pero es que hay más…



Bioshock 2 simplemente se encargó de mantener el estandarte bien alto. No se crea un mundo como el de Rapture para cosechar algo de éxito aislado y caer en el olvido. Cuando se pone tanto empeño y talento en algo, hay que explotar la gallina de los huevos de oro sin miramiento.

La única forma en la que Bioshock 2 podía sorprender dentro del mismo entorno era proporcionando un punto de vista diferente al jugador para la aventura, y así lo hicieron; el jugador se mete en la piel del Sujeto Delta, un BigDaddie a cargo de una pequeña Little Sister llamada Eleanor.

Evidentemente, gran parte del factor sorpresa se pierde y, por mucho que un Big Daddy proponga nuevas mecánicas con el mando en las manos, el juego no deja de ser un shooter. Eso sí, gráficamente Bioshock 2 daba un buen empujón al mundo de Rapture. Un excelente adición para la colección de nueva generación, que podría haber quedado ahí. Pero hay más…



Bioshock Infinite es la guinda del pastel. El chocolate líquido por encima del helado. Un WC limpito después de 48 horas sin ir al baño. Bioshock Infinite es uno de los mejores juegos que he jugado y, una vez más, podría haber sido un remaster aislado para esta generación; pero no, es el tercer juego de una colección excelente que nadie debería dejar pasar.

La historia de Booker Dewitt y Elizabeth en la ciudad de Columbia es simplemente perfecta. Enviado para rescatar a la chica a una conflictiva ciudad edificada en el aire, no tardará en aprender que la chica a la que pretende salvar esconde poderes capaces de alterar el curso temporal que son la causa de toda la violencia que la ciudad tiene para ellos y de las medidas de seguridad que se toman para que Elizabeth no consiga escapar, como Songbird, el pájaro gigante creado para protegerla.



De nuevo escrito y dirigido por Ken Levine, el escritor y director del primer Bioshock y una mente maravillosa para crear historias tan aterradoras como absorbentes, Infinite vuelve a jugar con la narración, contando las gotas de información y suministrándolas en el momento oportuno para que la historia sea una pregunta continua que lleva a un final memorable.

Técnicamente todavía es más que competente. Algo más de tres años de vida no es suficiente tiempo para desbancar el entorno gráfico de Bioshock Infinite, por lo que el remaster de esta versión simplemente se ha enfocado en conseguir el rendimiento adecuado (lo dicho, 1080p/60 frames), asegurando que el look estuviera a la altura de la versión PC con todas las opciones gráficas en alta.

¿Qué más podemos decir de esta colección? Yo creo que la recomendación de compra queda clara, ¿no? La trilogía Bioshock es historia viva y nadie debería dejar pasar esta compra. Tres de los mejores juegos de los últimos tiempos a un precio algo por debajo de lo que acostumbran a pedir las novedades. Personalmente, no dejaría que pasaran las navidades sin volver a pisar Rapture o Columbia y, por supuestísimo, si no has jugado alguna (o ninguna) de estas joyas la recomendación de compra pasa a obligatoriedad.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario