El tiempo pasa tan deprisa que es difícil aceptar que ya
hace casi seis años que pudimos disfrutar originalmente de The Elder Scrolls V:
Skyrim, el último videojuego episódico de la franquicia estrella de Bethesda y
que lo seguirá siendo durante mucho tiempo, pues desde la compañía
norteamericana aseguran que no hay una sexta entrega en desarrollo. Sin
embargo, los fans no pierden la esperanza y nosotros tampoco.
En realidad no es que haga falta una sexta entrega numerada
para tener nuevos secretos y misterios, pues por muchos años que pasen hay
algunas cuestiones que se encuentran en Skyrim que todavía no han encontrado
respuesta. Parece increíble, pero es así y hoy te lo vamos a demostrar
hablándote sobre uno de esos misterios que los fans han intentado resolver pero
que, por el momento, sigue sin ningún tipo de respuesta.
En tus andanzas por las gélidas tierras de Skyrim es
probable que hayas encontrado algún que otro tarro con un insecto encerrado en
su interior. En total hay cinco en toda la región norteña de Tamriel. Hay uno
con una abeja, otro con una polilla, una mariposa, una libélula y una
luciérnaga. Así hasta llegar a los cinco. El misterio está en que, aparentemente,
no se puede hacer absolutamente nada con ellos aparte de venderlos.
Lo más evidente es pensar que estos insectos encerrados en
tarros formaban parte de una misión secundaria que finalmente no fue incluida
en el juego. Sin embargo hay un detalle más que ha traído de cabeza a los fans
de Skyrim durante años. En la tapa de los tarros hay grabadas unas runas que,
lamentablemente, tampoco han sido descifradas. Puede que sea alfabeto nórdico
antiguo o lengua de dragones, pero se desconoce su significado.
Muchos han tratado, a lo largo de los años, de sustituir las
runas de cada tarro por valores numéricos e incluso por letras, pero nada ha
dado resultado. Hay quien piensa que los tarros podrían formar parte de una
especie de ritual de invocación del dios Talos, al que los imperiales detestan
y por el que castigan severamente a quien le venera. Podría ser una forma de
venerarle oculta, aunque no hay pistas que apunten en esa dirección.
No hay que descartar, por otra parte, que tal vez no tenga
absolutamente ningún significado. Y es que en lugar de ser una misión que acabó
por no incluirse, podría tratarse de una broma interna en Bethesda, que incluyó
misterios sin ningún tipo de respuesta para que los aficionados al videojuego
de rol de acción se devanaran los sesos durante años. Si fuera así
agradeceríamos que se desvelara de una vez por todas.
Otros aficionados a The Elder Scrolls V: Skyrim que han
tratado de dar respuesta al misterio aseguran que las inscripciones que se
encuentran en estos tarros serían simplemente las iniciales de algunos
trabajadores de Bethesda, mientras que los insectos que hay en el interior
podrían ser sus apodos o simplemente uno con el que se sentían identificados.
Una vez más, no hay prueba alguna de que todo ello sea o no cierto.
Como ves, por muchos años que pasen Skyrim seguirá ocultando
misterios para los que tal vez nunca tengamos respuesta. El de los insectos
encerrados en tarros es uno de los más recurrentes y uno de los pocos que no ha
arrojado nada de luz en estos seis años. Si te ha gustado el artículo y quieres
que hagamos otros parecidos no tienes más que hacérnoslo saber a través de la
caja de comentarios para que lo tengamos en cuenta para un futuro cercano.
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