lunes, 29 de enero de 2018

Así descubrieron al mayor tramposo de la historia de los videojuegos



 
Los amantes de lo indebido y lo incorrecto suelen decir que si no te atrapan, no hiciste trampa y en el caso de Todd Rogers, esta máxima se mantuvo en pie por 35 años.

En el año 1982, este gamer competivo de la era del Atari, se hizo conocido por ser uno de los jugadores con mayor cantidad de marcas en diferentes títulos. Su popularidad fue tal que incluso era retratado en revistas especializadas como una verdadera celebridad.


Rogers era un jugador conocido en ese tiempo como un record chaser, personas que dedicaban su tiempo a hacer los mayores puntajes o tiempos más cortos en la mayor cantidad de juegos posibles. Rogers tenía marcas en clásicos como Centipede, Donkey Kong, pero su marca más popular de todas fue la que consiguió hace 35 años en el juego Dragster de Atari 2600. El título, que simulaba una carrera de piques, es corto pero requiere una gran cantidad de reflejos, coordinación y movimiento rápido de manos para lograr puntajes altos y el de Rogers fue simplemente imparable: logró terminar una carrera en 5.51 segundos, un tiempo que fue certificado por Activision en esa época y que se mantuvo incluso en la comunidad de Twin Galaxies, el lugar oficial de reconocimiento de marcas de videojuegos.

La marca de Todd es tan legendaria que incluso fue reconocido por el libro de records Guinness como el record mundial mantenido por más tiempo en un videojuego. Y la marca le significó a Rogers ser, hasta el día de hoy, invitado en convenciones y encuentros ñoños, donde hasta hoy, no ha vuelto a repetir su hazaña. Algunos pueden culpar a la edad. Otros, a los nervios e incluso a los periféricos usados.

Pero la realidad es que nunca pudo replicar su marca porque, en realidad, nunca pudo hacerla en realidad.

El principal cuestionamiento al récord de Rogers comenzó el año pasado, cuando se realizó un análisis al código del juego, para ver si su tiempo podía haber sido posible. El análisis fue liderado por un gamer llamado Eric Koziel, quien creó un software capaz de correr el juego en las condiciones perfectas. ¿El resultado? El computador nunca pudo bajar de los 5.57 segundos, el que se considera como el tiempo mínimo posible y que, efectivamente, es una marca que otros 13 jugadores ya tienen registrada en el sitio.

En los tiempos de Rogers, bastaba con enviar una fotografía con el récord en pantalla para verificarlo, algo que sabemos, no es muy fiable. Incluso el co creador del juego dice, hasta el día de hoy, que no duda de que Rogers lo haya logrado, a pesar de que el mínimo del juego sea mayor al de su marca.

Y es por eso que Twin Galaxies terminó sentenciando a Rogers con la pena máxima del sitio: eliminó todas sus marcas de los registros, notificó a Guinness de su decisión y le prohibieron participar en las tablas de puntaje de juegos de por vida.

Un final merecido para uno de los grandes tramposos de los videojuegos, alguien que si bien estuvo 35 años gozando de una fama que no merecía, al menos hoy ya cuenta con el desprecio infinito por parte de una comunidad a la que él, de partida, le faltó el respeto.

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