miércoles, 31 de enero de 2018

El videojuego como tratamiento para la ansiedad



¿Qué es la ansiedad? Es fácil buscar en Google y decir que es un trastorno mental. Al menos, es fácil cuando no eres quien la sufre. En realidad, es un tipo de mecanismo de defensa a otros estímulos. Eso no significa que sea algo bueno. Y en cada uno de nosotros se manifiesta de forma diferente. Sí, también encontramos a esos suertudos que no la han sufrido. Pero al final se vuelve natural y para muchos es una rutina. Una rutina que parece que un día de estos se nos va a llevar a la otra vida. Siempre según la estimulación que nos haya llevado a ella. A veces, en cambio, es un mecanismo alterado. A veces ni siquiera tiene un significado o una causa clara. Pero afecta a nuestra salud de una forma u otra y a veces pensamos que nada puede combatirla.

Sin embargo, siempre acabamos encontrando un método. Un estímulo positivo que nos ayude a librarnos un poco de ella, o incluso a saber convivir con ella. Al final, se vuelve un pequeño demonio molesto que pasa a un segundo plano. No es un problema, sólo está ahí. Hay diferentes tratamientos que pueden llevarnos a ese estado de convivencia, aceptación o incluso de superación. Por supuesto, para cada persona es muy diferente. La ansiedad, al fin y al cabo, es una guerra. Y cada uno de nosotros debe saber cómo ganar cada batalla. A mí los videojuegos me ayudan a ganar las mías.

Todos sabemos que el videojuego es una herramienta para distintas cosas. En el caso de la ansiedad, el videojuego es una especie de vínculo. En mi caso, como en el de muchos, la ansiedad se manifiesta de forma más intensa en episodios de estrés. ¿De dónde me viene ese estrés? De no tener el control de aquello que me rodea. Desconectar con un videojuego se vuelve entonces hasta una necesidad, pero no todo juego puede salvarnos de esa sensación de que todo a tu alrededor está mal. ¿League of Legends? Totalmente desaconsejado. En mi caso concreto, necesito videojuegos sin multijugador que me permitan enfrentarme sola contra un mundo que no pueda superarme.

 Que el miedo al fracaso no se convierta en un simple game over

Esto no significa que el juego tenga que ser algo sencillo, aunque ya os hablé ayer de My Time At Portia y me parece magnífico para esta labor. Pero necesito más. Los mundos abiertos han conseguido inspirarme. La sensación de inmensidad ayuda a no ahogarse, y mundos como el de Horizon Zero Dawn me han llevado realmente a lo que estoy jugando, haciéndome sentir que nada más a mi alrededor podría preocuparme. ¿Y no debería afectarme más pensar que una máquina puede matarme? Exacto, en eso consiste. Llegar a estresarme dentro del juego lleva a eliminar parcialmente la ansiedad que vivo en la realidad. De alguna forma, te enfrentas a situaciones más peligrosas que despiertan otros mecanismos de defensa. Al final, el videojuego es una terapia que debe explorarse y estudiarse, porque hace mucho más por nosotros de lo que pensamos.

Por supuesto, debemos tener cuidado. De ahí que el videojuego deba estudiarse en este ámbito. ¿Por qué? Porque a grandes rasgos es un tipo de auto medicación, y ya sabemos que esto puede ser muy peligroso. El videojuego puede acabar convirtiéndose en una obsesión, en una necesidad, y esto puede llevarnos, a la vez, a la ansiedad. Un círculo vicioso que no debe generarse. Siempre debemos buscar ayuda en mucho más de lo que pensamos. Dejad que sea una vía de escape, una alternativa, pero no lo convirtáis en un problema mayor.

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martes, 30 de enero de 2018

Comprobado: Escuchar música de videojuegos ayuda en el trabajo







¿Eres de los que escucha música mientras trabaja o de los que prefiere el silencio? Si estás en el grupo de los primeros, tenemos un dato que podría hacer que tu productividad mejore y te ganes una estrellita de parte de tu jefe.

Según un artículo publicado en Popular Science, la música de los videojuegos es la ideal para la concentrarse, aumentar la productividad y la eficiencia en términos de trabajo y estudio.

Las razones serían principalmente tres: muchas de las canciones no tienen letra, el ritmo es constante y medianamente rápido y tienen un volumen parejo.

Otra de las razones es que la música de los videojuegos está compuesta para poder estar en un loop infinito mientras intentas una y otra vez que Mario capture a la Princesa Peach.

¿Listo para superar las etapas del trabajo? Proponemos esto:










lunes, 29 de enero de 2018

Así descubrieron al mayor tramposo de la historia de los videojuegos



 
Los amantes de lo indebido y lo incorrecto suelen decir que si no te atrapan, no hiciste trampa y en el caso de Todd Rogers, esta máxima se mantuvo en pie por 35 años.

En el año 1982, este gamer competivo de la era del Atari, se hizo conocido por ser uno de los jugadores con mayor cantidad de marcas en diferentes títulos. Su popularidad fue tal que incluso era retratado en revistas especializadas como una verdadera celebridad.


Rogers era un jugador conocido en ese tiempo como un record chaser, personas que dedicaban su tiempo a hacer los mayores puntajes o tiempos más cortos en la mayor cantidad de juegos posibles. Rogers tenía marcas en clásicos como Centipede, Donkey Kong, pero su marca más popular de todas fue la que consiguió hace 35 años en el juego Dragster de Atari 2600. El título, que simulaba una carrera de piques, es corto pero requiere una gran cantidad de reflejos, coordinación y movimiento rápido de manos para lograr puntajes altos y el de Rogers fue simplemente imparable: logró terminar una carrera en 5.51 segundos, un tiempo que fue certificado por Activision en esa época y que se mantuvo incluso en la comunidad de Twin Galaxies, el lugar oficial de reconocimiento de marcas de videojuegos.

La marca de Todd es tan legendaria que incluso fue reconocido por el libro de records Guinness como el record mundial mantenido por más tiempo en un videojuego. Y la marca le significó a Rogers ser, hasta el día de hoy, invitado en convenciones y encuentros ñoños, donde hasta hoy, no ha vuelto a repetir su hazaña. Algunos pueden culpar a la edad. Otros, a los nervios e incluso a los periféricos usados.

Pero la realidad es que nunca pudo replicar su marca porque, en realidad, nunca pudo hacerla en realidad.

El principal cuestionamiento al récord de Rogers comenzó el año pasado, cuando se realizó un análisis al código del juego, para ver si su tiempo podía haber sido posible. El análisis fue liderado por un gamer llamado Eric Koziel, quien creó un software capaz de correr el juego en las condiciones perfectas. ¿El resultado? El computador nunca pudo bajar de los 5.57 segundos, el que se considera como el tiempo mínimo posible y que, efectivamente, es una marca que otros 13 jugadores ya tienen registrada en el sitio.

En los tiempos de Rogers, bastaba con enviar una fotografía con el récord en pantalla para verificarlo, algo que sabemos, no es muy fiable. Incluso el co creador del juego dice, hasta el día de hoy, que no duda de que Rogers lo haya logrado, a pesar de que el mínimo del juego sea mayor al de su marca.

Y es por eso que Twin Galaxies terminó sentenciando a Rogers con la pena máxima del sitio: eliminó todas sus marcas de los registros, notificó a Guinness de su decisión y le prohibieron participar en las tablas de puntaje de juegos de por vida.

Un final merecido para uno de los grandes tramposos de los videojuegos, alguien que si bien estuvo 35 años gozando de una fama que no merecía, al menos hoy ya cuenta con el desprecio infinito por parte de una comunidad a la que él, de partida, le faltó el respeto.