Sin lugar a dudas, la música es uno de los elementos más
importantes de un medio audiovisual. Además de llevar el tono de una escena,
ésta puede ser utilizada para complementar de manera sutil las emociones de los
personajes.
Esto incluye al mundo de los videojuegos, los cuales llegan
a poseer algunos de los soundtracks más espectaculares que puedan escuchar:
Sin embargo, gracias a la interactividad intrínseca de esta
plataforma, la música puede ser reemplazada con cualquier otra cosa. ¿Cuántos
de nosotros no ponemos en mudo a la tele mientras dejamos una playlist correr?
Aún así, las casas productoras no escatiman en gastos y
buscan crear un ambiente musical tan bueno como el mismo modo de juego.
Pero antes hacer música para videojuegos era todo un arte en
sí mismo, ya que debido a las limitaciones de las consolas de antaño, la música
se debía crear a partir del chip de sonido, haciendo imposible grabar la música
en un estudio y ponerla después de terminado el juego.
De hecho en un principio ni siquiera tenían música, y nos
dejaban sólo unos “blips” de fondo.
Esto se expandía incluso a las maquinitas, pero con el
tiempo se hizo común que todos los juegos contarán con al menos una canción,
aunque esta se repitiera todo el tiempo.
No fue sino hasta la llegada del Nintendo Entertainment
System, cuando la música de videojuegos comenzó a hacerse notar:
Creando un formato de sonido, el NES tiene algunos de los
soundtracks más memorables del mundo de los videojuegos, mismos que siguen
siendo utilizados como la base para la creación de nueva música.
Claro, también las maquinitas tenían su propia música, la
cual tenía más elementos y sonidos.
Sin embargo las consolas encontraron a su campeón con una de
las máquinas más legendarias de Nintendo. Gracias a su chip de sonido SPC700,
el Super Nintendo es considerada como la consola con la mejor música de la
historia:
Incluso sus ports de juegos de maquinitas y computadora
sonaban mejor que los originales. Si no me creen, échenle una escuchada al
soundtrack de la versión de Doom del Super Nintendo (claro, es un poquitín más
lento):
Con sus 8 canales, el Super Nintendo era capaz de crear
increíbles sinfonías en 16 bits, las cuales eran tan complejas como una de
verdad:
Pero quienes realmente se destacaron en este campo, fueron
los muchachos de Capcom, quienes no sólo reinaban con sus juegos, sino que
además contaban con los mejores compositores de la industria:
Curiosamente, Capcom, una compañía japonesa, creó dos de los
temas más característicos de un personaje estadounidense. El primero y obvio,
es el tema del “Halcón Americano” Guile, mismo que puede ser utilizado para
cualquier situación:
Y lo que es mejor (o irónico), es que ni Marvel y Disney le
han dado un tema digno a uno de los mayores ídolos americanos, el Capitán
America:
Así de buenos eran los compositores de esos tiempos, quienes
podían crear piezas muy complejas utilizando sólo los recursos del software y
hardware de las consolas y recreativas.
Pero, con la evolución de las consolas y formatos de
almacenamiento, la música creada a partir de “bits” fue dejada atrás para dar
paso a la música de estudio (al menos hasta el PSX):
Con esto, los compositores se ahorraban la tarea de tener
que conocer los usos y funcionamientos de una consola, pudiendo grabar de
manera convencional el soundtrack para el juego.
Esto dio vida a impresionantes soundtracks, los cuales no le
pedían nada en absoluto a las películas de Hollywood.
Sin embargo esto marcó la clara diferencia entre la música
de videojuegos y la música para videojugos.
Ahora la música es creada aparte del desarrollo original y
como en el caso de las películas, ésta se graba aparte.
Antes la música era creada a la par del juego, ya que como
lo dijimos con anterioridad, se debía hacer uso de los recursos de la consola
para crear la música.
No me malentiendan, no estoy criticando a la producción
musical de los juegos de hoy en día, ya que gracias a esto hemos tenido piezas
increíbles y memorables como las Akira Yamoka, quien es el responsable de darle
vida a Silent Hill:
Pero lo que no se puede obviar, es que esto ya no es música
de videojuegos, es que ésta no se crea junto al mismo. Ahora sólo se graba y se
guarda en un formato MP3 que es colocado en el juego.
No se puede negar que se llega a extrañar la magia de esta
música, la cual es emulada para los juegos tipo retro. Sin embargo tampoco es
creada como antes, ya que ahora existen muchos programas que sintetizan la
música para que suene como de 8 o 16bits.
Claro, ésta ya no quedaría en los títulos actuales, los
cuales cada vez se acercan más a la realidad.
En fin, no importa de dónde provenga la música, mientras sea
buena y resalte la grandeza de un juego. No como en el cine, donde hace muchos
años que no tenemos un soundtrack memorable.
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